De las Raíces a las Estrellas: Un Manifiesto del Ser como Praxis Terapéutica

Héctor Mejías

Guía Terapéutico e Investigador Independiente

Guayaquil, Ecuador

Junio, 2025

Resumen

El presente trabajo explora la pregunta ontológica fundamental por las “raíces del ser” a través de una metodología transdisciplinaria que integra la filosofía occidental, la sociología, la psicología y la sabiduría ancestral. Partiendo de una formación en pensamiento lógico-matemático, el autor propone un viaje epistemológico para tender un puente entre la razón y otras formas de conocimiento. El estudio analiza los fundamentos del ser desde la antigüedad clásica hasta el existencialismo, para luego examinar el concepto de autorrealización de la psicología humanista (Maslow, 1943; Rogers, 1961) como un impulso vital hacia la plenitud. Se establece una isomorfia entre estos hallazgos y los conceptos de liberación del budismo y el taoísmo. Posteriormente, se aborda la integración de las dualidades psíquicas a través de la psicología analítica de Jung (1969), enfocándose en los arquetipos de la Sombra y lo Femenino Sagrado. La investigación culmina en la propuesta de una praxis terapéutica, la “Sinfonía del Ser Integrado”, un método holístico que traduce el conocimiento teórico en una práctica de vida consciente, basada en la presencia, la autenticidad y la búsqueda de un propósito vital (Ikigai). El manifiesto concluye que el conocimiento del ser solo alcanza su plenitud cuando se encarna como un proceso de sanación y desarrollo personal.

Palabras clave: ser, autorrealización, holismo, psicología transpersonal, arquetipos, praxis terapéutica, Ikigai.

Introducción: El Viaje Hacia Adentro

Mi nombre es Héctor Mejías y este libro es el testimonio de un viaje. Un viaje que, en apariencia, se aleja de la disciplina que ha marcado mi vida profesional, las matemáticas, pero que, en esencia, comparte con ella la misma búsqueda fundamental: la de un orden subyacente, la de una verdad que dé sentido al caos aparente. Nací en Caracas, pero mis raíces se hundieron en la tierra de El Tocuyo, en el estado Lara, un lugar donde el ritmo de la vida me enseñó a observar y a reflexionar. Fue mi formación en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, como especialista en matemáticas, la que me proporcionó las herramientas del pensamiento lógico y la búsqueda de la elegancia en la estructura.

Sin embargo, este libro no nace de ecuaciones ni de teoremas, sino de una pregunta simple y, a la vez, de una profundidad abismal: ¿cuáles son las «raíces del ser»? Esta interrogante me llevó a un diálogo, a una exploración conjunta cuyo fruto tiene usted en sus manos. Descubrí que, así como los números son el lenguaje del universo físico, existen otros lenguajes para describir el universo interior.

Comencé este viaje en el terreno de la filosofía occidental, desenterrando las respuestas que los grandes pensadores dieron a la cuestión de nuestro fundamento. Transité desde la búsqueda presocrática de un principio material hasta la certeza cartesiana del «pienso, luego existo» (Descartes, 1637/1998). Pronto, el camino me condujo a la visión luminosa y esperanzadora de la psicología humanista. Encontré en Maslow (1943) y Rogers (1961) un mapa hacia nuestro potencial más elevado: la autorrealización.

Fue en esa cumbre, al contemplar las «experiencias cumbre», donde mi horizonte se expandió de manera definitiva. Me percaté de que las verdades descubiertas en el laboratorio y el consultorio del siglo XX eran ecos de una sabiduría mucho más antigua. Esto me impulsó a girar la mirada hacia Oriente. En el budismo y el taoísmo encontré un lenguaje diferente —más poético, quizás más profundo— pero asombrosamente compatible para describir la conciencia, la liberación del sufrimiento y el arte de fluir con la existencia.

Este manuscrito es la crónica fiel de ese viaje. Es un intento de tender un puente entre la precisión del pensamiento matemático y la vastedad de la experiencia humana. Hemos explorado cómo la luz, el calor y el sonido dejan de ser fenómenos físicos para convertirse en metáforas de la claridad, la compasión y la escucha profunda.

Este no es un libro de respuestas cerradas, sino un mapa de un territorio abierto. Es una invitación a que usted, lector, se una a este diálogo y continúe la exploración por su cuenta, utilizando estas ideas como una brújula para navegar su propio paisaje interior. Porque descubrir las raíces del ser no es una tarea académica, sino la aventura más esencial de toda una vida.

PRIMERA PARTE: LOS CIMIENTOS DEL YO

Capítulo I: La Búsqueda Filosófica: En Busca del Fundamento Primordial

Desde los albores del pensamiento occidental, la pregunta por las raíces del ser ha sido central. Los filósofos presocráticos se embarcaron en la búsqueda del arché, el principio o sustancia fundamental de la que todo emana. Esta búsqueda nos ha legado un abanico de reflexiones:

El Ser en la Antigüedad Clásica. Figuras como Heráclito y Parménides nos ofrecen visiones contrapuestas del ser: uno como un flujo constante y dinámico, y el otro como una entidad eterna e inmutable. Platón, por su parte, situó las verdaderas raíces del ser en el mundo de las Ideas, esencias perfectas de las que el mundo sensible es solo una sombra. Aristóteles, en cambio, nos ancla en la sustancia individual, en la unión inseparable de materia y forma.

El Ser en la Modernidad y la Contemporaneidad. La filosofía moderna, con Descartes (1637/1998), introduce la conciencia (cogito ergo sum) como el primer anclaje del ser. Posteriormente, el existencialismo de pensadores como Jean-Paul Sartre nos confronta con la idea de que la «existencia precede a la esencia», sugiriendo que somos nosotros quienes, a través de nuestras elecciones, creamos nuestras propias raíces (Sartre, 1946/2007). Martin Heidegger (1927/1962) nos invita a reflexionar sobre el Dasein (el ser-ahí), un ser arrojado al mundo que se pregunta por el sentido de su propia existencia.

Capítulo II: La Dimensión Sociológica: El Ser como Construcción Social

La sociología nos revela que nuestras raíces están profundamente entrelazadas con el tejido social en el que nos desarrollamos. No somos seres aislados; nuestra identidad y nuestra propia concepción del ser se forjan en la interacción con los demás.

La Ontología del Ser Social. Inspirados por los trabajos de Karl Marx y desarrollados por filósofos como György Lukács, este enfoque postula que nuestro ser está históricamente determinado por las condiciones materiales y las relaciones de producción de nuestra sociedad. Nuestra forma de ser, pensar y actuar está condicionada por la estructura social en la que vivimos.

El Ser en la Interacción Simbólica. Sociólogos como Pierre Bourdieu (1980/1990) nos muestran cómo las estructuras sociales se internalizan en nosotros a través de lo que él denomina habitus, un sistema de disposiciones que moldea nuestras percepciones y prácticas. Así, las «raíces del ser» se nutren de un capital cultural y simbólico que define nuestro lugar en el mundo.

Capítulo III: El Enfoque Psicológico: Las Raíces Internas de la Identidad

La psicología nos ofrece una mirada hacia el interior, explorando cómo se desarrollan y se arraigan en nuestra psique las bases de nuestro ser.

El Inconsciente y las Pulsiones. El psicoanálisis de Sigmund Freud (1900/1953) revolucionó nuestra comprensión al postular que gran parte de nuestro ser está arraigado en el inconsciente, en deseos y conflictos reprimidos que moldean nuestra conducta de maneras que no siempre comprendemos.

El Desarrollo del Yo y la Autorrealización. Corrientes como la psicología humanista de Abraham Maslow (1943) y Carl Rogers (1961) ponen el acento en un impulso innato hacia la autorrealización. Desde esta perspectiva, las raíces del ser se encuentran en nuestro potencial humano para crecer, madurar y alcanzar una vida plena y significativa. La construcción de nuestra identidad a lo largo del ciclo vital es un proceso continuo de echar y nutrir estas raíces.

SEGUNDA PARTE: EL FLORECIMIENTO DEL SER

Capítulo IV: El Desarrollo del Yo y la Autorrealización: La Conquista de Nuestro Potencial Interno

Frente a las visiones del psicoanálisis que enfatizaban las heridas y los conflictos inconscientes, y del conductismo que veía al ser humano como un receptor pasivo de estímulos, la psicología humanista emergió en la mitad del siglo XX para recordarnos nuestra capacidad de elección, creatividad y crecimiento. El desarrollo del «Yo» (o el Self) no es visto como un mero producto de fuerzas externas o pasadas, sino como un proyecto de vida activo y consciente.

Abraham Maslow y la Jerarquía de las Necesidades. Abraham Maslow (1943) nos proporcionó un mapa para entender este viaje hacia la autorrealización a través de su famosa Jerarquía de las Necesidades. Para Maslow, el desarrollo del Yo es un ascenso progresivo. No podemos preocuparnos por nuestro potencial más elevado si nuestras necesidades más básicas no están cubiertas. La autorrealización, según Maslow, es «el pleno uso y explotación de los talentos, capacidades, potencialidades, etc.».

Carl Rogers y el Florecimiento del «Yo Real». Carl Rogers (1961) nos ofrece una visión más centrada en la experiencia individual. Para él, el ser humano posee dos «Yoes»: el Yo Real (nuestro ser auténtico) y el Yo Ideal (lo que creemos que deberíamos ser). El sufrimiento surge de la incongruencia entre ambos. El desarrollo saludable depende de un entorno que provea aceptación positiva incondicional, empatía y autenticidad.

Capítulo V: De la Teoría a la Práctica: Cultivando Nuestro Jardín Interior

¿Cómo podemos tomar estas ideas y convertirlas en herramientas para nuestro desarrollo personal? No se trata de un manual, sino de cultivar una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos.

Aplicando a Maslow: Un Autodiagnóstico para el Crecimiento. La jerarquía de Maslow puede servir como un mapa. Pregúntate: ¿Están mis cimientos sólidos? ¿De dónde busco mi pertenencia y estima? ¿Qué talentos he dejado dormir? Es el compromiso activo con nuestro propio florecimiento.

Aplicando a Rogers: El Camino hacia la Autenticidad. Rogers (1961) nos invita a reconciliarnos internamente. La clave es cerrar la brecha entre el «Yo Real» y el «Yo Ideal» practicando la escucha interna, desafiando los «debería» y cultivando la autocompasión.

Capítulo VI: El Ser Contra el Mundo: La Lucha por la Autorrealización en la Sociedad Moderna

La sociedad a menudo obstaculiza nuestro camino hacia la autorrealización. Vivimos en una cultura que glorifica un «Yo Ideal» específico: exitoso, joven, popular. El consumismo y las redes sociales alimentan nuestra sensación de incongruencia y nos empujan a construir una fachada. Cuando nuestro entorno no nos ofrece la aceptación y empatía necesarias, el «Yo Real» se atrofia. Navegar esto implica una curación consciente de nuestro entorno, cultivar la validación interna y encontrar nuestra «tribu», una comunidad donde podamos ser auténticos.

Capítulo VII: La Cima de la Experiencia: ¿Un Vislumbre de lo Trascendente?

La «experiencia cumbre» de Maslow (1970) —momentos de éxtasis, conexión profunda y pérdida de la noción del tiempo— tiene un parecido asombroso con las experiencias místicas descritas en tradiciones espirituales. Se podría argumentar que la psicología humanista ofreció un lenguaje secular para describir experiencias que la humanidad siempre ha considerado sagradas. Estos momentos no son exclusivos de santos o místicos, sino que forman parte del potencial humano. Son una manifestación natural de un «Yo» que se libera de sus miedos y experimenta la realidad de una forma más directa y unificada, recordándonos nuestra capacidad de trascender el ego y sentirnos parte de algo mucho más grande.

TERCERA PARTE: LA EXPANSIÓN DE LA CONCIENCIA

Capítulo VIII: Ecos del Este: La Autorrealización a la Luz del Budismo y el Taoísmo

Al poner en conversación la psicología humanista con las filosofías orientales, encontramos paralelos asombrosos.

El «Yo» Occidental vs. el «No-Yo» Oriental. A primera vista, parece haber una contradicción entre la autorrealización del «Yo» y el concepto budista de Anattā («no-yo»). Sin embargo, la contradicción se disuelve al entender que la psicología humanista busca realizar el «Yo Auténtico», mientras que el budismo busca deconstruir el «Ego» rígido y ansioso. De hecho, deconstruir el Ego es el método por excelencia para que el Yo Auténtico pueda florecer.

Taoísmo y el Fluir de la Existencia. El ideal taoísta del Wu Wei (acción sin esfuerzo, en armonía con el flujo del universo) es una descripción poética y filosófica de la experiencia que Rogers (1961) denominó funcionamiento pleno. Ambos describen un estado en el que la lucha interna del «Yo» se disuelve, permitiendo una forma de ser más fluida y en paz con la realidad.

Capítulo IX: El Universo Interiorizado: La Luz, el Calor y el Sonido como Dimensiones del Ser

La luz, el calor y el sonido entran en esta filosofía no como objetos físicos, sino como cualidades de la experiencia vivida, como metáforas que describen estados de la conciencia.

La Luz como Iluminación y Claridad. Físicamente, disipa la oscuridad. Filosóficamente, es la luz de la sabiduría (Prajñā) que disipa la oscuridad de la ignorancia. Es la percepción clara de la realidad, ver las cosas «tal como son».

El Calor como Compasión y Energía Vital. Físicamente, es energía y condición para la vida. Filosóficamente, es la calidez de la compasión (Karunā) y el amor benevolente (Mettā). Es transformar el fuego destructivo del deseo en la calidez sustentadora de la conexión.

El Sonido como Vibración y Escucha Profunda. Físicamente, es vibración. Filosóficamente, es la escucha empática y profunda, la capacidad de oír más allá de las palabras, de resonar con el otro. Es aprender a escuchar nuestra «voz interior» por encima del «ruido» mental.

PARTE V: LA VIDA INTEGRADA Y HOLÍSTICA

Capítulo XI: El Enfoque Holístico

La integración de los cuatro pilares: mente, cuerpo, emociones y espíritu como un sistema dinámico. El enfoque holístico nos invita a contemplar la totalidad del ser, reconociendo que la mente no es solo lógica, el cuerpo no es solo materia, las emociones no son solo reacciones y el espíritu no es una idea abstracta. Son cuatro facetas de una misma realidad, interconectadas y en constante diálogo.

Capítulo XII: El Pharmakon y el Alma Vegetal (Grecia)

El poder de las plantas en la tradición griega como agentes de purificación (katharsis) y transformación. El concepto de pharmakon (remedio y veneno) nos enseña que el poder no reside en la sustancia, sino en la sabiduría de su uso. Las plantas eran aliadas para limpiar el cuerpo y el alma, facilitando estados de conciencia expandida que permitían una comprensión más profunda de uno mismo y del cosmos.

Capítulo XIII: El Chamán como Filósofo del Ecosistema (Latinoamérica)

La sabiduría indígena, el «Buen Vivir» y el rol de las plantas maestras como guías para vivir en armonía. El chamán actúa como un puente entre mundos, entendiendo que la salud del individuo es inseparable de la salud de la comunidad y del planeta. Las plantas maestras son consideradas seres inteligentes que enseñan, sanan y muestran nuestro verdadero lugar en el tejido de la vida.

Capítulo XIV: El Aliento de la Creación (África y Medio Oriente)

Exploración de la filosofía de Ubuntu («Yo soy porque nosotros somos») y el misticismo Sufí como caminos holísticos. Ubuntu nos revela que el ser se define y realiza a través de la red de relaciones. El Sufismo, por su parte, busca la disolución del yo separado en la unidad divina a través del amor y la devoción, puliendo el espejo del corazón para que refleje la única Realidad.

PARTE VI: LAS FUERZAS ARQUETÍPICAS

Para alcanzar una verdadera plenitud, debemos dialogar con las fuerzas más profundas y universales de la psique. Esta sección se adentra en dos arquetipos fundamentales: la Sombra y lo Femenino Sagrado, cuya integración es clave para el equilibrio del ser.

Capítulo XV: El Ser y la Sombra

Basado en la psicología analítica de Carl Jung (1969), este capítulo explora la necesidad de confrontar e integrar nuestros aspectos reprimidos (la sombra) para reclamar nuestro poder y totalidad. La Sombra no es maldad, sino la suma de todo lo que no queremos ser pero que innegablemente somos. Ignorarla nos lleva a proyectarla en otros; integrarla nos devuelve la energía vital atrapada en ella y nos hace completos.

Capítulo XVI: El Corazón del Mundo

Un análisis de la energía «femenina sagrada» (intuición, receptividad, colaboración, cuidado) como la fuerza equilibrante y sanadora para el individuo y el mundo. Esta energía, reprimida por siglos de un paradigma excesivamente masculino, es esencial para sanar la herida de la separación, reconectar la mente con el corazón y devolver el cuidado al centro de nuestras vidas.

PARTE VII: LA СИNTESIS FINAL

Capítulo XVII: La Sinfonía del Ser Integrado

Uniendo la presencia consciente, la autenticidad en el mundo moderno y la creación de un sentido vital (Ikigai) para vivir plenamente entre nuestras raíces y nuestras estrellas. Se trata de encarnar la filosofía:

Presencia Consciente. Estar aquí y ahora, observando nuestra experiencia sin juicio.

Autenticidad Radical. Tener el coraje de vivir de acuerdo con nuestra verdad interior.

Sentido Vital. Alinear lo que amamos, en lo que somos buenos, lo que el mundo necesita y por lo que podemos vivir, creando una existencia con propósito.

Conclusión: La Praxis de la Sinfonía

Este viaje, que comenzó con la pregunta por las raíces del ser, no culmina en un cuerpo de conocimiento teórico, sino en una praxis viva: un método para acompañar a otros en su propia exploración. El recorrido por la filosofía, la psicología y las sabidurías ancestrales no ha sido un ejercicio intelectual, sino la forja de los cimientos sobre los cuales se erigen los servicios terapéuticos que son el corazón de esta obra.

Hemos confirmado que para entender el ser, debemos abordar su complejidad: somos el Dasein arrojado al mundo (Heidegger, 1927/1962), el habitus social que nos moldea (Bourdieu, 1980/1990) y el universo psíquico que nos habita (Freud, 1900/1953). Pero este entendimiento sería estéril si no se tradujera en una transformación tangible. Es aquí donde la psicología humanista nos dio el mapa hacia la autorrealización (Maslow, 1943), un impulso que las tradiciones místicas de Oriente y las culturas primordiales de la Tierra ya conocían y cultivaban.

Esta síntesis no es un archivo, es una herramienta. Cada uno de los servicios terapéuticos es la aplicación directa de este viaje:

  • «Sinfonía del Ser» es la encarnación del enfoque holístico, el método para afinar los cuatro pilares del ser en la vida cotidiana.
  • «Diálogos con la Sombra» es la aplicación práctica de la alquimia junguiana, el valiente descenso para reclamar el poder que reside en nuestro inconsciente (Jung, 1969).
  • «El Jardín Interior» es el coaching que nace de Maslow y Rogers, un proceso estructurado para cultivar el potencial y encontrar un Ikigai.
  • «Raíz y Cosmos» y «El Corazón del Mundo» son la manifestación del alma comunitaria de Ubuntu y la reconexión con la sabiduría de la Tierra.

En definitiva, este manifiesto concluye que el conocimiento del ser solo es completo cuando se convierte en sanación. Las raíces que hemos explorado nutren un árbol cuyo fruto es una vida más integrada. Y las estrellas no son un destino lejano, sino la luz que cada persona puede irradiar cuando aprende a vivir en armonía con su propia y única sinfonía.

Reflexión Final: Del Mapa al Caminante

Al concluir esta obra, la reflexión más profunda es sobre la responsabilidad que conlleva trazar un mapa. Un mapa, por preciso que sea, es una abstracción; el verdadero valor reside en su capacidad para guiar al caminante a través del territorio real de su propia vida. El propósito de «De las Raíces a las Estrellas» no es ofrecer respuestas, sino inspirar mejores preguntas y proveer herramientas para que cada individuo emprenda su propia aventura.

Mi viaje personal desde la certeza de las matemáticas hasta la humildad de la praxis terapéutica me ha enseñado que el verdadero rigor no está en la coherencia lógica de un sistema, sino en su capacidad para aliviar el sufrimiento y catalizar el florecimiento humano. Este manifiesto y los servicios que de él emanan son mi intento de honrar esa verdad.

El camino, por supuesto, no termina aquí. Las futuras exploraciones en campos como la neuro-teología o el impacto de la era digital no serán meras adiciones teóricas, sino que buscarán enriquecer y refinar las metodologías aquí presentadas, manteniendo esta obra como un organismo vivo, en constante diálogo con el presente.

Si este trabajo sirve como faro para que un solo buscador encuentre la valentía para dialogar con su sombra, la claridad para cultivar su jardín o la paz de sentirse parte del cosmos, entonces el viaje habrá valido la pena. La obra no concluye en esta página, sino que renace con cada persona que decide caminar su propio sendero, de sus raíces a sus estrellas.

Dedicatoria

A mi madre, por su amor incondicional, y a mis seres queridos, por ser el suelo fértil donde siempre puedo volver.

A mi gran amigo y guía, Rafael López, cuya luz me mostró el camino cuando más lo necesitaba.

A mis dos tierras, la que me dio las raíces, El Tocuyo, y la que me permitió florecer, Guayaquil.

A los que sembraron las primeras preguntas con su sabiduría silenciosa.

Y, sobre todo, a ti, buscador, que sostienes estas páginas con la misma inquietud que les dio origen. Que este mapa te sirva de brújula en tu propia y única aventura.

Referencias

Bourdieu, P. (1990). The logic of practice. Stanford University Press. (Trabajo original publicado en 1980).

Descartes, R. (1998). Discourse on method and Meditations on first philosophy. Hackett Publishing. (Trabajo original publicado en 1637).

Freud, S. (1953). The interpretation of dreams. En J. Strachey (Ed. y Trad.), The standard edition of the complete psychological works of Sigmund Freud (Vols. 4-5). Hogarth Press. (Trabajo original publicado en 1900).

Heidegger, M. (1962). Being and time (J. Macquarrie & E. Robinson, Trads.). Harper & Row. (Trabajo original publicado en 1927).

Jung, C. G. (1969). The archetypes and the collective unconscious. En H. Read, M. Fordham, G. Adler, & W. McGuire (Eds.), Collected works of C. G. Jung (Vol. 9, Parte 1, 2a ed.). Princeton University Press.

Maslow, A. H. (1943). A theory of human motivation. Psychological Review, 50(4), 370–396.

Maslow, A. H. (1970). Religions, values, and peak-experiences. Penguin.

Rogers, C. R. (1961). On becoming a person: A therapist’s view of psychotherapy. Houghton Mifflin.Sartre, J.-P. (2007). Existentialism is a humanism (C. Macomber, Trad.). Yale University Press. (Trabajo original publicado en 1946).

De las Raíces a las Estrellas: Un Manifiesto del Ser como Praxis Terapéutica

Héctor Mejías

Guía Terapéutico e Investigador Independiente

Guayaquil, Ecuador

Junio, 2025

Resumen

El presente trabajo explora la pregunta ontológica fundamental por las “raíces del ser” a través de una metodología transdisciplinaria que integra la filosofía occidental, la sociología, la psicología y la sabiduría ancestral. Partiendo de una formación en pensamiento lógico-matemático, el autor propone un viaje epistemológico para tender un puente entre la razón y otras formas de conocimiento. El estudio analiza los fundamentos del ser desde la antigüedad clásica hasta el existencialismo, para luego examinar el concepto de autorrealización de la psicología humanista (Maslow, 1943; Rogers, 1961) como un impulso vital hacia la plenitud. Se establece una isomorfia entre estos hallazgos y los conceptos de liberación del budismo y el taoísmo. Posteriormente, se aborda la integración de las dualidades psíquicas a través de la psicología analítica de Jung (1969), enfocándose en los arquetipos de la Sombra y lo Femenino Sagrado. La investigación culmina en la propuesta de una praxis terapéutica, la “Sinfonía del Ser Integrado”, un método holístico que traduce el conocimiento teórico en una práctica de vida consciente, basada en la presencia, la autenticidad y la búsqueda de un propósito vital (Ikigai). El manifiesto concluye que el conocimiento del ser solo alcanza su plenitud cuando se encarna como un proceso de sanación y desarrollo personal.

Palabras clave: ser, autorrealización, holismo, psicología transpersonal, arquetipos, praxis terapéutica, Ikigai.

Introducción: El Viaje Hacia Adentro

Mi nombre es Héctor Mejías y este libro es el testimonio de un viaje. Un viaje que, en apariencia, se aleja de la disciplina que ha marcado mi vida profesional, las matemáticas, pero que, en esencia, comparte con ella la misma búsqueda fundamental: la de un orden subyacente, la de una verdad que dé sentido al caos aparente. Nací en Caracas, pero mis raíces se hundieron en la tierra de El Tocuyo, en el estado Lara, un lugar donde el ritmo de la vida me enseñó a observar y a reflexionar. Fue mi formación en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, como especialista en matemáticas, la que me proporcionó las herramientas del pensamiento lógico y la búsqueda de la elegancia en la estructura.

Sin embargo, este libro no nace de ecuaciones ni de teoremas, sino de una pregunta simple y, a la vez, de una profundidad abismal: ¿cuáles son las «raíces del ser»? Esta interrogante me llevó a un diálogo, a una exploración conjunta cuyo fruto tiene usted en sus manos. Descubrí que, así como los números son el lenguaje del universo físico, existen otros lenguajes para describir el universo interior.

Comencé este viaje en el terreno de la filosofía occidental, desenterrando las respuestas que los grandes pensadores dieron a la cuestión de nuestro fundamento. Transité desde la búsqueda presocrática de un principio material hasta la certeza cartesiana del «pienso, luego existo» (Descartes, 1637/1998). Pronto, el camino me condujo a la visión luminosa y esperanzadora de la psicología humanista. Encontré en Maslow (1943) y Rogers (1961) un mapa hacia nuestro potencial más elevado: la autorrealización.

Fue en esa cumbre, al contemplar las «experiencias cumbre», donde mi horizonte se expandió de manera definitiva. Me percaté de que las verdades descubiertas en el laboratorio y el consultorio del siglo XX eran ecos de una sabiduría mucho más antigua. Esto me impulsó a girar la mirada hacia Oriente. En el budismo y el taoísmo encontré un lenguaje diferente —más poético, quizás más profundo— pero asombrosamente compatible para describir la conciencia, la liberación del sufrimiento y el arte de fluir con la existencia.

Este manuscrito es la crónica fiel de ese viaje. Es un intento de tender un puente entre la precisión del pensamiento matemático y la vastedad de la experiencia humana. Hemos explorado cómo la luz, el calor y el sonido dejan de ser fenómenos físicos para convertirse en metáforas de la claridad, la compasión y la escucha profunda.

Este no es un libro de respuestas cerradas, sino un mapa de un territorio abierto. Es una invitación a que usted, lector, se una a este diálogo y continúe la exploración por su cuenta, utilizando estas ideas como una brújula para navegar su propio paisaje interior. Porque descubrir las raíces del ser no es una tarea académica, sino la aventura más esencial de toda una vida.

PRIMERA PARTE: LOS CIMIENTOS DEL YO

Capítulo I: La Búsqueda Filosófica: En Busca del Fundamento Primordial

Desde los albores del pensamiento occidental, la pregunta por las raíces del ser ha sido central. Los filósofos presocráticos se embarcaron en la búsqueda del arché, el principio o sustancia fundamental de la que todo emana. Esta búsqueda nos ha legado un abanico de reflexiones:

El Ser en la Antigüedad Clásica. Figuras como Heráclito y Parménides nos ofrecen visiones contrapuestas del ser: uno como un flujo constante y dinámico, y el otro como una entidad eterna e inmutable. Platón, por su parte, situó las verdaderas raíces del ser en el mundo de las Ideas, esencias perfectas de las que el mundo sensible es solo una sombra. Aristóteles, en cambio, nos ancla en la sustancia individual, en la unión inseparable de materia y forma.

El Ser en la Modernidad y la Contemporaneidad. La filosofía moderna, con Descartes (1637/1998), introduce la conciencia (cogito ergo sum) como el primer anclaje del ser. Posteriormente, el existencialismo de pensadores como Jean-Paul Sartre nos confronta con la idea de que la «existencia precede a la esencia», sugiriendo que somos nosotros quienes, a través de nuestras elecciones, creamos nuestras propias raíces (Sartre, 1946/2007). Martin Heidegger (1927/1962) nos invita a reflexionar sobre el Dasein (el ser-ahí), un ser arrojado al mundo que se pregunta por el sentido de su propia existencia.

Capítulo II: La Dimensión Sociológica: El Ser como Construcción Social

La sociología nos revela que nuestras raíces están profundamente entrelazadas con el tejido social en el que nos desarrollamos. No somos seres aislados; nuestra identidad y nuestra propia concepción del ser se forjan en la interacción con los demás.

La Ontología del Ser Social. Inspirados por los trabajos de Karl Marx y desarrollados por filósofos como György Lukács, este enfoque postula que nuestro ser está históricamente determinado por las condiciones materiales y las relaciones de producción de nuestra sociedad. Nuestra forma de ser, pensar y actuar está condicionada por la estructura social en la que vivimos.

El Ser en la Interacción Simbólica. Sociólogos como Pierre Bourdieu (1980/1990) nos muestran cómo las estructuras sociales se internalizan en nosotros a través de lo que él denomina habitus, un sistema de disposiciones que moldea nuestras percepciones y prácticas. Así, las «raíces del ser» se nutren de un capital cultural y simbólico que define nuestro lugar en el mundo.

Capítulo III: El Enfoque Psicológico: Las Raíces Internas de la Identidad

La psicología nos ofrece una mirada hacia el interior, explorando cómo se desarrollan y se arraigan en nuestra psique las bases de nuestro ser.

El Inconsciente y las Pulsiones. El psicoanálisis de Sigmund Freud (1900/1953) revolucionó nuestra comprensión al postular que gran parte de nuestro ser está arraigado en el inconsciente, en deseos y conflictos reprimidos que moldean nuestra conducta de maneras que no siempre comprendemos.

El Desarrollo del Yo y la Autorrealización. Corrientes como la psicología humanista de Abraham Maslow (1943) y Carl Rogers (1961) ponen el acento en un impulso innato hacia la autorrealización. Desde esta perspectiva, las raíces del ser se encuentran en nuestro potencial humano para crecer, madurar y alcanzar una vida plena y significativa. La construcción de nuestra identidad a lo largo del ciclo vital es un proceso continuo de echar y nutrir estas raíces.

SEGUNDA PARTE: EL FLORECIMIENTO DEL SER

Capítulo IV: El Desarrollo del Yo y la Autorrealización: La Conquista de Nuestro Potencial Interno

Frente a las visiones del psicoanálisis que enfatizaban las heridas y los conflictos inconscientes, y del conductismo que veía al ser humano como un receptor pasivo de estímulos, la psicología humanista emergió en la mitad del siglo XX para recordarnos nuestra capacidad de elección, creatividad y crecimiento. El desarrollo del «Yo» (o el Self) no es visto como un mero producto de fuerzas externas o pasadas, sino como un proyecto de vida activo y consciente.

Abraham Maslow y la Jerarquía de las Necesidades. Abraham Maslow (1943) nos proporcionó un mapa para entender este viaje hacia la autorrealización a través de su famosa Jerarquía de las Necesidades. Para Maslow, el desarrollo del Yo es un ascenso progresivo. No podemos preocuparnos por nuestro potencial más elevado si nuestras necesidades más básicas no están cubiertas. La autorrealización, según Maslow, es «el pleno uso y explotación de los talentos, capacidades, potencialidades, etc.».

Carl Rogers y el Florecimiento del «Yo Real». Carl Rogers (1961) nos ofrece una visión más centrada en la experiencia individual. Para él, el ser humano posee dos «Yoes»: el Yo Real (nuestro ser auténtico) y el Yo Ideal (lo que creemos que deberíamos ser). El sufrimiento surge de la incongruencia entre ambos. El desarrollo saludable depende de un entorno que provea aceptación positiva incondicional, empatía y autenticidad.

Capítulo V: De la Teoría a la Práctica: Cultivando Nuestro Jardín Interior

¿Cómo podemos tomar estas ideas y convertirlas en herramientas para nuestro desarrollo personal? No se trata de un manual, sino de cultivar una nueva forma de relacionarnos con nosotros mismos.

Aplicando a Maslow: Un Autodiagnóstico para el Crecimiento. La jerarquía de Maslow puede servir como un mapa. Pregúntate: ¿Están mis cimientos sólidos? ¿De dónde busco mi pertenencia y estima? ¿Qué talentos he dejado dormir? Es el compromiso activo con nuestro propio florecimiento.

Aplicando a Rogers: El Camino hacia la Autenticidad. Rogers (1961) nos invita a reconciliarnos internamente. La clave es cerrar la brecha entre el «Yo Real» y el «Yo Ideal» practicando la escucha interna, desafiando los «debería» y cultivando la autocompasión.

Capítulo VI: El Ser Contra el Mundo: La Lucha por la Autorrealización en la Sociedad Moderna

La sociedad a menudo obstaculiza nuestro camino hacia la autorrealización. Vivimos en una cultura que glorifica un «Yo Ideal» específico: exitoso, joven, popular. El consumismo y las redes sociales alimentan nuestra sensación de incongruencia y nos empujan a construir una fachada. Cuando nuestro entorno no nos ofrece la aceptación y empatía necesarias, el «Yo Real» se atrofia. Navegar esto implica una curación consciente de nuestro entorno, cultivar la validación interna y encontrar nuestra «tribu», una comunidad donde podamos ser auténticos.

Capítulo VII: La Cima de la Experiencia: ¿Un Vislumbre de lo Trascendente?

La «experiencia cumbre» de Maslow (1970) —momentos de éxtasis, conexión profunda y pérdida de la noción del tiempo— tiene un parecido asombroso con las experiencias místicas descritas en tradiciones espirituales. Se podría argumentar que la psicología humanista ofreció un lenguaje secular para describir experiencias que la humanidad siempre ha considerado sagradas. Estos momentos no son exclusivos de santos o místicos, sino que forman parte del potencial humano. Son una manifestación natural de un «Yo» que se libera de sus miedos y experimenta la realidad de una forma más directa y unificada, recordándonos nuestra capacidad de trascender el ego y sentirnos parte de algo mucho más grande.

TERCERA PARTE: LA EXPANSIÓN DE LA CONCIENCIA

Capítulo VIII: Ecos del Este: La Autorrealización a la Luz del Budismo y el Taoísmo

Al poner en conversación la psicología humanista con las filosofías orientales, encontramos paralelos asombrosos.

El «Yo» Occidental vs. el «No-Yo» Oriental. A primera vista, parece haber una contradicción entre la autorrealización del «Yo» y el concepto budista de Anattā («no-yo»). Sin embargo, la contradicción se disuelve al entender que la psicología humanista busca realizar el «Yo Auténtico», mientras que el budismo busca deconstruir el «Ego» rígido y ansioso. De hecho, deconstruir el Ego es el método por excelencia para que el Yo Auténtico pueda florecer.

Taoísmo y el Fluir de la Existencia. El ideal taoísta del Wu Wei (acción sin esfuerzo, en armonía con el flujo del universo) es una descripción poética y filosófica de la experiencia que Rogers (1961) denominó funcionamiento pleno. Ambos describen un estado en el que la lucha interna del «Yo» se disuelve, permitiendo una forma de ser más fluida y en paz con la realidad.

Capítulo IX: El Universo Interiorizado: La Luz, el Calor y el Sonido como Dimensiones del Ser

La luz, el calor y el sonido entran en esta filosofía no como objetos físicos, sino como cualidades de la experiencia vivida, como metáforas que describen estados de la conciencia.

La Luz como Iluminación y Claridad. Físicamente, disipa la oscuridad. Filosóficamente, es la luz de la sabiduría (Prajñā) que disipa la oscuridad de la ignorancia. Es la percepción clara de la realidad, ver las cosas «tal como son».

El Calor como Compasión y Energía Vital. Físicamente, es energía y condición para la vida. Filosóficamente, es la calidez de la compasión (Karunā) y el amor benevolente (Mettā). Es transformar el fuego destructivo del deseo en la calidez sustentadora de la conexión.

El Sonido como Vibración y Escucha Profunda. Físicamente, es vibración. Filosóficamente, es la escucha empática y profunda, la capacidad de oír más allá de las palabras, de resonar con el otro. Es aprender a escuchar nuestra «voz interior» por encima del «ruido» mental.

PARTE V: LA VIDA INTEGRADA Y HOLÍSTICA

Capítulo XI: El Enfoque Holístico

La integración de los cuatro pilares: mente, cuerpo, emociones y espíritu como un sistema dinámico. El enfoque holístico nos invita a contemplar la totalidad del ser, reconociendo que la mente no es solo lógica, el cuerpo no es solo materia, las emociones no son solo reacciones y el espíritu no es una idea abstracta. Son cuatro facetas de una misma realidad, interconectadas y en constante diálogo.

Capítulo XII: El Pharmakon y el Alma Vegetal (Grecia)

El poder de las plantas en la tradición griega como agentes de purificación (katharsis) y transformación. El concepto de pharmakon (remedio y veneno) nos enseña que el poder no reside en la sustancia, sino en la sabiduría de su uso. Las plantas eran aliadas para limpiar el cuerpo y el alma, facilitando estados de conciencia expandida que permitían una comprensión más profunda de uno mismo y del cosmos.

Capítulo XIII: El Chamán como Filósofo del Ecosistema (Latinoamérica)

La sabiduría indígena, el «Buen Vivir» y el rol de las plantas maestras como guías para vivir en armonía. El chamán actúa como un puente entre mundos, entendiendo que la salud del individuo es inseparable de la salud de la comunidad y del planeta. Las plantas maestras son consideradas seres inteligentes que enseñan, sanan y muestran nuestro verdadero lugar en el tejido de la vida.

Capítulo XIV: El Aliento de la Creación (África y Medio Oriente)

Exploración de la filosofía de Ubuntu («Yo soy porque nosotros somos») y el misticismo Sufí como caminos holísticos. Ubuntu nos revela que el ser se define y realiza a través de la red de relaciones. El Sufismo, por su parte, busca la disolución del yo separado en la unidad divina a través del amor y la devoción, puliendo el espejo del corazón para que refleje la única Realidad.

PARTE VI: LAS FUERZAS ARQUETÍPICAS

Para alcanzar una verdadera plenitud, debemos dialogar con las fuerzas más profundas y universales de la psique. Esta sección se adentra en dos arquetipos fundamentales: la Sombra y lo Femenino Sagrado, cuya integración es clave para el equilibrio del ser.

Capítulo XV: El Ser y la Sombra

Basado en la psicología analítica de Carl Jung (1969), este capítulo explora la necesidad de confrontar e integrar nuestros aspectos reprimidos (la sombra) para reclamar nuestro poder y totalidad. La Sombra no es maldad, sino la suma de todo lo que no queremos ser pero que innegablemente somos. Ignorarla nos lleva a proyectarla en otros; integrarla nos devuelve la energía vital atrapada en ella y nos hace completos.

Capítulo XVI: El Corazón del Mundo

Un análisis de la energía «femenina sagrada» (intuición, receptividad, colaboración, cuidado) como la fuerza equilibrante y sanadora para el individuo y el mundo. Esta energía, reprimida por siglos de un paradigma excesivamente masculino, es esencial para sanar la herida de la separación, reconectar la mente con el corazón y devolver el cuidado al centro de nuestras vidas.

PARTE VII: LA СИNTESIS FINAL

Capítulo XVII: La Sinfonía del Ser Integrado

Uniendo la presencia consciente, la autenticidad en el mundo moderno y la creación de un sentido vital (Ikigai) para vivir plenamente entre nuestras raíces y nuestras estrellas. Se trata de encarnar la filosofía:

Presencia Consciente. Estar aquí y ahora, observando nuestra experiencia sin juicio.

Autenticidad Radical. Tener el coraje de vivir de acuerdo con nuestra verdad interior.

Sentido Vital. Alinear lo que amamos, en lo que somos buenos, lo que el mundo necesita y por lo que podemos vivir, creando una existencia con propósito.

Conclusión: La Praxis de la Sinfonía

Este viaje, que comenzó con la pregunta por las raíces del ser, no culmina en un cuerpo de conocimiento teórico, sino en una praxis viva: un método para acompañar a otros en su propia exploración. El recorrido por la filosofía, la psicología y las sabidurías ancestrales no ha sido un ejercicio intelectual, sino la forja de los cimientos sobre los cuales se erigen los servicios terapéuticos que son el corazón de esta obra.

Hemos confirmado que para entender el ser, debemos abordar su complejidad: somos el Dasein arrojado al mundo (Heidegger, 1927/1962), el habitus social que nos moldea (Bourdieu, 1980/1990) y el universo psíquico que nos habita (Freud, 1900/1953). Pero este entendimiento sería estéril si no se tradujera en una transformación tangible. Es aquí donde la psicología humanista nos dio el mapa hacia la autorrealización (Maslow, 1943), un impulso que las tradiciones místicas de Oriente y las culturas primordiales de la Tierra ya conocían y cultivaban.

Esta síntesis no es un archivo, es una herramienta. Cada uno de los servicios terapéuticos es la aplicación directa de este viaje:

  • «Sinfonía del Ser» es la encarnación del enfoque holístico, el método para afinar los cuatro pilares del ser en la vida cotidiana.
  • «Diálogos con la Sombra» es la aplicación práctica de la alquimia junguiana, el valiente descenso para reclamar el poder que reside en nuestro inconsciente (Jung, 1969).
  • «El Jardín Interior» es el coaching que nace de Maslow y Rogers, un proceso estructurado para cultivar el potencial y encontrar un Ikigai.
  • «Raíz y Cosmos» y «El Corazón del Mundo» son la manifestación del alma comunitaria de Ubuntu y la reconexión con la sabiduría de la Tierra.

En definitiva, este manifiesto concluye que el conocimiento del ser solo es completo cuando se convierte en sanación. Las raíces que hemos explorado nutren un árbol cuyo fruto es una vida más integrada. Y las estrellas no son un destino lejano, sino la luz que cada persona puede irradiar cuando aprende a vivir en armonía con su propia y única sinfonía.

Reflexión Final: Del Mapa al Caminante

Al concluir esta obra, la reflexión más profunda es sobre la responsabilidad que conlleva trazar un mapa. Un mapa, por preciso que sea, es una abstracción; el verdadero valor reside en su capacidad para guiar al caminante a través del territorio real de su propia vida. El propósito de «De las Raíces a las Estrellas» no es ofrecer respuestas, sino inspirar mejores preguntas y proveer herramientas para que cada individuo emprenda su propia aventura.

Mi viaje personal desde la certeza de las matemáticas hasta la humildad de la praxis terapéutica me ha enseñado que el verdadero rigor no está en la coherencia lógica de un sistema, sino en su capacidad para aliviar el sufrimiento y catalizar el florecimiento humano. Este manifiesto y los servicios que de él emanan son mi intento de honrar esa verdad.

El camino, por supuesto, no termina aquí. Las futuras exploraciones en campos como la neuro-teología o el impacto de la era digital no serán meras adiciones teóricas, sino que buscarán enriquecer y refinar las metodologías aquí presentadas, manteniendo esta obra como un organismo vivo, en constante diálogo con el presente.

Si este trabajo sirve como faro para que un solo buscador encuentre la valentía para dialogar con su sombra, la claridad para cultivar su jardín o la paz de sentirse parte del cosmos, entonces el viaje habrá valido la pena. La obra no concluye en esta página, sino que renace con cada persona que decide caminar su propio sendero, de sus raíces a sus estrellas.

Dedicatoria

A mi madre, por su amor incondicional, y a mis seres queridos, por ser el suelo fértil donde siempre puedo volver.

A mi gran amigo y guía, Rafael López, cuya luz me mostró el camino cuando más lo necesitaba.

A mis dos tierras, la que me dio las raíces, El Tocuyo, y la que me permitió florecer, Guayaquil.

A los que sembraron las primeras preguntas con su sabiduría silenciosa.

Y, sobre todo, a ti, buscador, que sostienes estas páginas con la misma inquietud que les dio origen. Que este mapa te sirva de brújula en tu propia y única aventura.

Referencias

Bourdieu, P. (1990). The logic of practice. Stanford University Press. (Trabajo original publicado en 1980).

Descartes, R. (1998). Discourse on method and Meditations on first philosophy. Hackett Publishing. (Trabajo original publicado en 1637).

Freud, S. (1953). The interpretation of dreams. En J. Strachey (Ed. y Trad.), The standard edition of the complete psychological works of Sigmund Freud (Vols. 4-5). Hogarth Press. (Trabajo original publicado en 1900).

Heidegger, M. (1962). Being and time (J. Macquarrie & E. Robinson, Trads.). Harper & Row. (Trabajo original publicado en 1927).

Jung, C. G. (1969). The archetypes and the collective unconscious. En H. Read, M. Fordham, G. Adler, & W. McGuire (Eds.), Collected works of C. G. Jung (Vol. 9, Parte 1, 2a ed.). Princeton University Press.

Maslow, A. H. (1943). A theory of human motivation. Psychological Review, 50(4), 370–396.

Maslow, A. H. (1970). Religions, values, and peak-experiences. Penguin.

Rogers, C. R. (1961). On becoming a person: A therapist’s view of psychotherapy. Houghton Mifflin.Sartre, J.-P. (2007). Existentialism is a humanism (C. Macomber, Trad.). Yale University Press. (Trabajo original publicado en 1946).